Septiembre

Llegó septiembre con su sedoso vestido de peces de colores
vellos erizados y piel de gallina tendrá lo adverso
cantarán alegremente los pájaros cantores
alumbrarán igual que el sol el cielo despejado
donde retoñen y florezcan las primorosas flores
tendrá el arcoíris el lugar que reclama entre la lluvia
habrá olor a tierra húmeda, a verde pasto con llamas de rocío
tendrán las jaulas prohibido el cautiverio
se mirarán en las aguas de algún lago
las damas más osadas de esta vida
correrán los niños en el parque
soñando entre toboganes y hamacas
tendrán las nubes el deber de respetar
y el sol el derecho de expresarse suavemente
los ancianos rondarán con su paso sabio
por las veredas de la plaza
el campanario de la iglesia
será señal de un matrimonio
llegó inevitable y agresivo de hermosura septiembre
sin que el mundo ofrezca mayores resistencias
será primavera, en el mundo, en el alma, en el corazón
y todo me recordará a ti y a tu especial belleza.

Autor: Iluminado
 

Pesar que este cielo

Pesar que este cielo
no escapará como nosotros
tendrá más días de mejillas sonrojadas
y más noches de luciérnagas con velas que se intentan prender
un arcoíris vendrá de una escuela lejana y hará su pasantía
como a veces cuando llueve lo hacen los pasantes 
cuando el sol se reusa a huir como un ladrón
señalado por los dedos índices de los agentes de agua
tendrá el cielo estrellas en flor nuevamente
habrá atardeceres como éste
y besos como el nuestro
sellarán dos bocas enamoradas
muchos corazones se unirán
y para ello sólo bastará el nudo
que ata dos almas afines
habrá flores y sino las hay
volverán un día con su primavera distinta
al contrario de nosotros
dos almas que se aman en pleno viaje
no tendrá la carne y estos mismos huesos
la posibilidad de algún regreso
y si acaso volvemos a esta parte
yo seré otro, tú serás otra
y olvidados de este tiempo
caminaremos en círculo
pero ya no seremos esto
seremos mucho más, allá donde estemos nosotros
tendremos otro cuerpo y hasta el alma
más sabia será desde ya otra.

Autor: Iluminado
 

Terri

Es azabache y blanco tu pelo
como negra y blanca es la vida
a veces te pareces a un hombre
y el hombre menos que ti en el día
destreza tal en cuatro patas
nunca yo hube visto
en tan grande misterio que es el vivir
ni siquiera un breve un escaso atisbo
corazón querido Terri, corazón
corazón que nos está en falta
en tanto amor necesario
tu amor imitable en alma se planta
con tus ojos simulando al distraído
de quien se perdió persiguiendo un alba
y nosotros, nosotros, los más perdidos
en el lago de los espejos nuestros
en tu hocico parece abrirse tu boca
llena, bien llena de palabras
y a veces me miras, me miras como diciendo
creo oírte, te oigo, lo dices:
“Mira este pobre hombre, cuánto aún de amor le falta”.

Autor: Iluminado
 

Rosa

Imaginar que te pareces a esta rosa
que aquí en mis manos
con delicado fulgor se ampara
que su belleza es única en su reino
y que ninguna que pudiera contener el universo
con similar luz a ella se le compara
rosa que me gustas rosa
que me gusta tu perfume
que otorga en el olfato
un trampolín sin atajos hacia las nubes más altas
rosa, cuerpo del amor
alma del rosedal 
tisana pa´ los sueños cojos
tesoro para las manos mancas
es tal tu belleza que aunque es bello el jardín
desde tu posición rebelde rebalsas
rosa que mis ojos ilumina 
corazón de estrella por el cual suspiro
espina, garfio, vidrio en filo
todo el amor puede ser en ti
el más eterno y combativo
rosa mía, sólo mía
ni cardo, ni tuna ni de salvajes espinas
rosa que amo y si causa dolor es siempre poco
cuando de su santo amor germina.

Autor: Iluminado
 

Errando

Va el hombre por el mundo
urdiendo su camino
como un animal
el más salvaje
va como un fantasma
al cual ya ni a sus ojos le importa mirar
se le ha prohibido el cielo
y ahora su pasajera casa
es su eterna cárcel
todo se ha vuelto un desierto
hace frío de muerte por las noches
hace calor de averno durante el día
si fuego hubo por entonces en su corazón
cenizas hay ahora, árida va su alma, gris de pestilencia
en las arenas no hay huellas
y las que pudo haber en su mentira al viento se borran 
va el hombre errando
buscando un oasis de amor
un oasis de amor entre espejismos
para mojar sus labios y revivir
antes de que la falta de amor
haga estragos con su sangre.

Autor: Iluminado
 

Le donó su secreto

Dicen que el amor
le obsequió su secreto
ahora va por la vida
como quien va como quiere
amando los lunes al igual que los viernes
oliendo las flores aunque muerdan sus dientes.

Dicen que en sus ojos
fecundó la locura
de amar por amar
como si fuera fortuna.

Le pareció que el amor
que acababa en el mundo
viviría en su alma
contra todo lo iracundo.

Y ahora va por la vida
como quien va como quiere
prestando su amor
donde el cielo no llueve
son secas las tierras
donde el sol se ennegrece
y la lluvia se espera
y mas nunca se aparece.

Y va sembrando en la noche
pequeñas bolillas de fuego
el amor es la luz que nos guía primero
y de estrella en estrella
nadie se pierde ante el fuego.

Dicen que el amor
le enseñó su secreto
ahora va por la vida
como quien va como quiere
amando la vida
como pudo amar las mujeres.

Autor: Iluminado
 

Inspirado en una canción


Ella
la de los tiernos ojos
la de sedosa alma
la de las manos puras
la de los pies más claros
que pisan en la luz.


La de caminar flotando
la que es sólo sueño
y si no es sueño es luz 
la que cuando besa
te deja por los labios
rodando los carriles
de un universo azul.

Cielo, cielo de mis ojos
fuente de mis manos
flor que nunca arranco
porque allí en el aire
en que gozo y respiro
allí vive su luz.

Reina, triunfo sobre el alma
de un amor eterno
por la que a Dios le pido
de rodillas y en alma
ser el único dueño de su corazón.

Ella
ese trozo mío
que deambula por el tiempo
olvidando este enrollo en el que vivo yo 
sin saber que es suyo
mi corazón, mis ojos
mi alma que es su alma
y hasta esta endeble piel.

Ella
mi lucero eterno
con el cual confundo
yo el amanecer.

Ella
comparable a su belleza
no existe otra mujer
ella nada me sirve en el amor y para amar

más que ella, mi bella y dulce bella
la que gobierna las estrellas de mi corazón
ella, la del cielo azul…ella.

Autor: Iluminado
 

No dejes

No dejes mi amor no dejes
el corazón así sofocado
tirando por dentro del alma
manotazos como de un ahogado.

El día que tú regreses
el corazón que se me ha apagado
tendrá en su oscuridad reñida
su ser por tu luz alumbrado.

No dejes mi amor
que muera la rosa del ramo
sin aire sobre estas manos
que el agua me llegue al cuello
y acabe en ella atrapado.

No dejes
sin aire sin luz mis manos
que por ti nacieron sus cantos
no dejes que por esta espina
en la garganta me vea atorado.

Irás como gaviota errante
vagando hacia ningún lado
dejando sin sangre viva
el corazón que siempre te ha amado.

La brújula habré perdido
la meta el sueño estar vivo
y tú siguiendo tu senda
sin saber cuanto habré sufrido.

No dejes mi amor no dejes
no alejes la esperanza mía
tu luz hace de la noche el día
la claridad se clava en los ojos
y en los labios chistosas cosquillas
producen una sonrisa.
 

Autor: Iluminado

Vieja es la razón que dice
para el amor no hay edad que valga
dichosa el alma que se une otra alma
para caminar hasta el fin del tiempo.

Tal vez ahora la vida injusta
opere para dar escarmientos
pero las manos que están unidas
no las separa ni el más fuerte de los vientos.

Amar lo soporta todo
incluso la prisa del tiempo
en la salud o en la enfermedad sufrida
el amor no tiene misterio
ama porque amar
es un deber y un derecho.

Viejo sólo es el manojo marchito de los recuerdos
el trapo sobre el muro de los lamentos
tristes sólo los cascotes que se hunden en agujeros negros
el amor no tiene edad para un beso
se pasará la vida jugando
a ser un joven eterno.

El amor vive en los ojos
del que ama como ama un preso
que del alma no sale un instante
aunque le entreguen llaves para hacerlo
el amor es una luz que ama
y para ello no carga misterio.

Autor: Iluminado
 

Dónde

¿Dónde van las bellas cosas que tú dices
sin que tu boca pronuncie palabra alguna?
¿Qué corazón tan grande el universo
prestaría al alma mía que persigue
con apremiante ambición el resguardarlas?
¿Dónde van las cosas que como el cielo
de ancho y de largo a simple vista no terminan?
¿Acaso lo que antes fuera y ahora dentro
su extraña creación en mí palpita? 
Como esas rosas de allí aquí florecen
dentro mío brillantes tus pimpollos
que sin mezquinar belleza ni bondades 
a mi alma toda hondamente la perfuman
¿a dónde van? ¿Dónde van? ¿Dónde?
Me pregunto serenado en el reflejo de las aguas
y más allá de las líquidas entrañas suyas
de algún pez atascado en este pozo 
escucho repetir por muchas veces
“a un lugar donde la muerte ya no existe”.

Autor: Iluminado