Quería hilar con mis manos un mundo nuevo y extraño,

tal vez, tallar, pintar o esculpir el edén entre los ojos,

a dos pasos de la muerte, a tres más uno de la vida,

y donde giran las gaviotas,

y donde bailan las calandrias

ahondar de amor mil banderas,

tal vez, si, lijar las paredes de mis huesos,

pulir mi alma, que surja y emane en mil suspiros de luz,

y como una hoja sin rumbo ni peso,

y como un pétalo, sin caminos ni tiempos

acariciar el aire, jugar su infinito,

y como un niño, hijo de los vientos mansos

ser una pandorga de relámpagos en la existencia,

príncipe de mi destino y muerte de las horas.

Tú lo sabes, y por si acaso te lo cuento,

que eres una canción de flores

donde las notas se embelezan y ensanchan,

tienes en los ojos picaflores y mariposas

mas siempre soy el que quiero

morir por tus labios de azúcar

mientras al beso pulimos los esqueletos de las almas,

¿ qué es la vida princesa, sin la miel de tus panales?

¿cuál es el cielo?,

el mar y el río esta en tu esencia

las golondrinas del alba están en tus manos

y el cielo esta en tu cuerpo

que me mira y provoca

cuando cerca nos sabemos

como dos corazones de viento

volando al mismo punto del mundo eterno.

Bésame con la fe que te proclama

con el viento, con su aire,

con la luz, la dulce luz de tu mirada.

Bésame con las nubes y el cielo inmenso e infinito,

hazlo amor, para que dejemos las células de los fantasmas,

bésame retoño azul,

alma a alma,

ojo a ojo,

en un tiempo sin tiempo

en un edén de claros colores

hasta desaparecer a la muerte

y hallar la vida en cada punto del espacio.

Nunca habrá un poema como este,

porque cada segundo es un poema

porque cada poema es un segundo

solitario, divino y transparente.

Que el día, este día

se coma hasta mis últimas vértebras

que un relámpago me cruce el alma de polvo

y que se beba hasta las últimas lágrimas,

y que toda la luz navegue por mis venas…

y que toda la luz corra por mis venas…

que el cielo brille, que el aire brille

que todo lo que existe sea un manto de aguas de esperanza,

y que el corazón, mi corazón

que vuele desde los ojos al inf 8 nito.

“Que esta guerra de minutos y horas

Muera desnuda ante las lumbres de la gloria”.

Yo quiero ser como esa luz

que al horizonte sopla y brilla,

y derramarme como pájaros de auroras

en cada rincón de la existencia.

Yo quiero ser, mil palabras de esperanza

veinte poemas de oro

y un corazón gigante al infinito.

Llegarán los días, preguntaras al aire mi nombre

mas el sol responderá parpadeando con su silencio iluminado.

Te pienso y te siento

vuelas en cada secuencia del día,

entre hojas de palabras y de sueños

y es entonces cuando quiero

orillar al horizonte de tu cuerpo,

beber de tus labios mi único sustento

contagiar tus ojos al reflejo de los míos

recorrer cada planeta de tu piel,

que las vértebras de la noche

se nos vengan encima

y mientras el robot del tiempo calla

hacer la genética perfecta

de tu alma inspirada en la mía,

de una luna que rueda,

de un sol que estalla

y un universo que se nace

de entre dos galaxias que colisionan de amor.

Debes venir de los viveros del cielo,

del producto justo de los mecanismos del sol

donde se encuentra la noche y el día.

Yo soy como esa nube de arco iris con alas,

que te mira y te piensa

que te siente y te mide.

Tu cuerpo debe ser de seguro de cristales

una aleación de rubíes y topacios,

tu cuerpo debe ser ciencia de las ciencias

una química entre materia y matemáticas,

un alma con principio a geometría

de un fin sin fin, arte del infinito.

Es seguro que vienes de un hemisferio sin mancha,

del núcleo central de las albas,

tú debes ser,

de un planeta exquisito y subterráneo 

porque siento tu órbita honda y cercana

sembrando raíces en mi mundo corazón.

Yo quiero ser partículas del aire,

 acariciarte total y entera

mientras tus alas danzan y vuelan entre soles.

Allá en el crepúsculo, yo quiero ser,

yo quiero ser mi ángel, yo quiero ser tu poema,

cincelado y revuelto en tonos cárdenos,

 que una palabra baste para morir y vivir,

que un corazón nos salve, del dolor y del infierno,

y que seamos raíces de amor

entre nubes de Dios y muñecos de tierra sin alma.

Y que silben en coplas los vientos

mientras un abrazo de fuego níveo nos libera.

Para nacer y vivir solo bastan

Mil corazones de sangre entre comparsas

Un carnaval de sonrisas y de palabras

Un candombe feliz entre jilgueros

Comodines y arlequines de esperanza,

Solo bastan payasos y no guasones

Un par de tortugas y gusanos, paso lento de guitarras.

Para nacer y vivir solo bastan

Un corazón valiente y bien tupido

De un par de cañas y bandoneones,

Por nacer, vivir es un grito al alba

Un Sapucai redondo en eco de corazones

Un tango, un gato, un folklore

Que empieza y se une

Se une al tempo del buen amore.

Como quisiera mi ángel

sembrarte de lunas los labios

y en tus alas de agua dulce

bucear hasta el último principio de aurora.

Como si fuera fácil recorrer pentagrama de novelas,

 fondearme al centímetro invisible de tu alma,

y al roce de los ojos descubrir el firmamento.

Como quisiera mi ángel, rasgar la lluvia,

investigar la ternura de tu savia

hilar el silencio infinito

escribir dos seres volando

en un solo cuerpo del amor.