Desde la primera luz
Desde la primera luz
Pocas cosas he visto sobre la Tierra
como tú, tan bellas como tú
que te distingues de la rosa
porque al igual de hermosa
sus espinas no contienes
y tu perfume enamora
tantos hombres como quieres
y eso sólo porque te encanta ser
la más bella de todas las mujeres
y cuando andas de aquí para allá
con tu belleza alucinógena y sin igual
oh, mis inmóviles huesos
y esta tan corta carne que un día morirá
sin que quepa en tal destino el órgano musical de mi pecho
se esforzarían sin poder
por encadenarte con mis brazos
y así andarás de aquí para allá
seduciendo hasta las piedras con tu encanto
y yo como la sombra de un árbol
estiraré las ramas a lo largo de la tierra
y como un ciego murciélago te seguiré
cercando tu camino y enredándote con mis raíces
y posiblemente nunca sabrás
que te amé como una sombra del ángel que tú eres
que te atrapé con el corazón provisto de floridas rejas
y aunque tú, la bella más bella, nunca lo sepas
desde la primera luz, siempre has sido mía.
Autor: Iluminado