Una respuesta de eterna juventud a Benedetti
Una respuesta de eterna juventud a Benedetti
¿Qué nos queda?,
se interroga el poeta atormentado
no preocupéis -le digo sonriente-
que aquí se yergue el fuego
que aquí nos queda como brote la juventud
la fuerza inacabable, el corazón insistente
la antorcha encendida de los sueños
el lazo amigo
la patria hermana
la bandera del mundo
las manos unidas
la razón, la eterna razón
para encontrar la luz y luchar
luchar hasta cambiar el mundo
hasta que sobren las ganas
hasta trepar la aurora
hasta iluminar el presente
hasta convertir el futuro
hasta curar el alma desgarrada
nos queda la voz, la sed
el orgullo manifiesto, la ética y la moral
el faro y la lámpara obligada
a alumbrar los caminos
de los que siembran historias.
Nos queda esta síntesis de Dios
nos queda Dios mismo y la fe insostenible
la verdad atómica y este fulgor eterno
que no dejará la tierra
apuñalarse por su sombra.
También me pueden leer aquí: literaturadelalma.bligoo.es/