Un mal negocio

23.06.2017 02:14

Un mal negocio

Cierto día en que el padre estaba convaleciente y por arribar a su muerte pidió a su hijo mayor que se acercara junto a su cama, para en ese peculiar y doloroso momento  entregarle una jugosa cantidad de dinero en una caja de madera muy antigua, pero le aclaró terminantemente que la mitad le correspondía a su hermano menor. El padre le había dado el deber de entregar el dinero a su pequeño hermanito una vez fuera necesario. Trágicamente la muerte de su padre fue inevitable. Su madre también los había abandonado unos años atrás y sin familiares estaban solos en el mundo.
Luego de que pasó el tiempo del duelo el hijo mayor ocultó lo que había hablado con su padre a su hermano menor. Pensando, supuso que siendo su hermano aún tan chiquito, no necesitaría del dinero y creyó que lo conveniente sería apostarlo en el casino. Así tendría el doble o el triple y si en un futuro su hermano le reclamara algo él le correspondería. Ganó en la primer tirada de la ruleta con la parte de su dinero, pensando en que estaba en una buena racha apostó todo lo que tenía, incluso su propia casa, la misma casa que compartía con su hermano. Y lo perdió todo. Tristemente quedaron en la calle por su culpa. No pudieron encontrar ningún refugio y el frío era tal que su pequeño hermanito llegó a enfermarse gravemente hasta que finalmente murió a la intemperie. El hermano mayor no tuvo consuelo y comprendió demasiado tarde que su ego sólo lo condujo a lo peor. Tristes fueron sus días hasta hallar su tétrico final.

“El ego es un mal negocio”


Fin

Autor: Iluminado