Señora literatura
Señora literatura
Señora, que bella eres
Y tan bendita
Con tanto cosmos en las venas
Incluso, en el insólito templo de sus tripas
Donde gases y luces/ y mariposas
Y duendes y unicornios
Y todos los seres mitológicos
Transcurren y reviven
La utópica membresía
De saberte fantástica
Y de dicha insondablemente realizable.
Cuantos bosques y montes
Incluso selvas/ agitan palabras
Desde tus ojos de gaviota al horizonte
A la plácida línea inminente del infinito.
Señora del amor
Su luz me sobra y me zozobra
A este minuto lleno de horas
A este segundo lleno de milenios
Donde una sola sonrisa complaciente
Puede alumbrar la paz existente
En el núcleo viviente de la vida.
Señora, hacedme suyo
Antes que el despertador
Suene como lechuza
Allí en el nido de un dormilón amante.