Primaveras en su alma
Primaveras en su alma
Oh, miren como claman
Infragantes esos hombres
Miren como se perfuma el viento
Que en estelas danza hasta el olfato.
Miren, miren esa luz
Delicia, que encendida
Siembra luces tras sus pasos,
Su honda cabellera va cortando las líneas del aire
Hasta alucinarlo de especial resplandor,
Existen radiaciones en su mirar tan cándido
Que encanta al más lejano de los olimpos,
Oh, miren, miren esa alma
Y entonces sin decirme loco
Digan, digan sin callar,
Si acaso no se le parece esa dama
A la más grata primavera manifiesta.
Iluminado