Gema

18.11.2014 14:14

 

 

 

 

Gema

 

Dadme tus manos, perpetua mía

sobre ellas asciende el imperio del ardor

el corazón escala a la cumbre de tus ojos

y se lanza sin miedo a las colinas, dador heroico de sangre celeste  

donde el aura es una brisa que acaricia sin final,

tu alma se yergue, insólita e inédita criatura del mundo

como la flor nunca antes descubierta

y soy ante tu ínfima hermosura

un esclavo eterno de tu poder omnisciente.

 

Gema, siempre en ti buscaré la luz glamorosa

donde enjuague mi ser etéreo

sus lágrimas sin balance,

el destino es un pirata inclemente del mar de lo viviente

que huye de las palabras que explotan entre mis labios

un extranjero insulso en tierras del amor inmenso

que se lleva entre sus redes toda vitalidad contigo

no hade saber el feligrés de lo sin ley

que sin tu cariño, sin tu presencia, tu otra mitad fallece,

Gema, te gritaré al tornado de viento donde todo confluye

¡oh el doloroso dardo de la angustia!,

¡oh el látigo enfurecido señalado al corazón!

 Piedad ante mí, locura filosa ante la sangre

 ¡oh misericordia!, por favor clemencia

o moriré sin respirar su fragante preciosidad.

           Autor: Iluminado