Doncella de luz
Doncella de luz
Es siempre ella
La que trasciende desde el sol
Emigrando como ave de fuego
Al dichoso espacio, de mi corazón aturdido.
Allí/ toda hecha de alas e infinitos
Labra de su luz, la luz extensa de las vidas/
Y el cielo tan inmenso,
Pareciera caberle entre las manos
Que dejan huellas imborrables en mi alma/
Y el mar, el mar es su sangre
Un mar indescifrable le sobrevuela el cosmos
Y hace mundo de planetas en mis ojos
Que admirables miran el encanto brillante,
Y yo soy de sus ojos los ojos vivos
De su corazón/ corazón radiante
Aprisionando el amor interminable.
¿A dónde iremos a parar entonces, mariposa mía?
Yo me dejaré en tus alas sacudir entre los rayos
Para albergar la luz de los inmortales
Y ser en ti, de ti, desde ti, infinito de los infinitos.
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