Dama
Dama
Ella rasguea en su corazón mi nombre
y platónicamente me espera de retorno
ancorado está el portento entre las sílabas de miles de poemas
que la buscan con un ramo de rosas para darle,
en sus versos vive la cruzada que acontece
cada día que la amo y no la tengo conmigo
disuelta entre mis brazos en alma,
con la luna de testigo del amor
y el mar profundo descollando en sus olas su voz,
ella es la única dama,
la mujer porque la que he renacido innumerables veces
la mujer por la que vuelvo a mutar las formas,
por la que regreso siempre a corazón abierto
y con la mirada aguda y profunda
investigando algún resto de sus huellas
algún lugar donde se halle su dulce madrigal.
Autor: Iluminado