A punto de conquista
A punto de conquista
Tus ojos arden en llamas, mujer de alma pura,
eres el perfume, con el cual respiro vida por las mañanas
el sueño con el cual me duermo o despierto amanecido,
como un sonámbulo vagabundo que ondea más allá del tiempo
la ignota belleza de las artes madres.
En tus ojos existen flechas en punta que se disparan a los míos,
ballestas del fuego tuyo mujer,
eres agua y aire y sangre y alma
espiral de vientos huracanados en belleza
toda del alma mía, tan imposible de ignorar
toda tú por gamas, escala por escala infinita
vienes a invadirme completamente por entero
a enamorarme del amor
a encantarme del encanto
a retratarte de invicta preciosidad
y yo que hasta las centellas detengo entre mis ojos
no puedo o he de poder de detenerte
antes que ya hayas logrado traspasarme
y hacer de mí, un alma gobernada por tu conquista.
Autor: Iluminado