A Jesús

02.10.2012 12:51

 

 

 

A tus mares de luz Señor me hundo,

como un submarino de aletas y alma turbia,

y pronto, me embriaga el agua bendita, clara y transparente.

Tu tiburón de estelas me traga

y las ballestas de esperanza se ahondan en mi tórax,

comienzo en tu misa, mientras aclamo el alba,

y luego termino en tu templo infinito.

Eres de verbo y sangre, rondando en el  mundo,

Eres Biblia, y tus huesos, son como lámparas por la noche.

Tu palabra es ley, y gime como el eco en mi corazón de montañas,

y apóstol de Ti, oh Padre Santo, yo como y bebo de tus huellas,

Tú eres mi misa, mientras rezo al borde de los días,

y mientras más me sumerjo en las células de la fe,

tú cuerpo de amor,

amor puro, misericordioso y magnificente,

aún más me pule todavía.

A tus mares de luz Señor me hundo, y allí me salvas en tu aurora.