Corre un beso largo por las arterias,

Corre como lava con las alas de la gruya.

El amor se llega, como un atleta huracanado

Como hierros al rojo, como fuego de agua, como agua de flamas.

Solemos romper los vidrios del aire, y los sueños ermitaños parlan,

Los huesos son como guirnaldas, que juntos se encumbran a la luz boreal,

Somos el amor, el amor con toda su palabra, la enciclopedia pura que habla,

Un día esqueleto, a puro concierto de alma,

mientras se oyen por lejos mas auras.

Camina un beso, mientras el viento trota sus palabras,

El mar nos cuenta lo que el se traga,

Susurran los ojos como micrones en células blancas

y juntos somos unicelulares al alba.

Vienes a mi celeste

con tus brazos eternos

blancos ojos jazmín,

con la sonrisa que sana

y verdes mandalas en tu frente.

Viene a mi tu continente

claros soles del poniente,

a tus manos mi capullo,

yo, mariposa dormilona,

que se acuna en corazón.

Vienes trasmutada de belleza,

con la mirada de nobleza

marina y cándida tu voz,

traes calderas de esperanza

y una cera que no apaga,

por más que sople el viento atroz.

Y yo me planto en tu semblante,

tu con manos de diamantes

anclas zafiros de Dios.

Yo soy tu hijo, tu mi madre,

paz sobre paz...

paz y amor.

Llegas de alto, ante el polen de tus nubes

y alfombras de flor en flor,

con los ángeles que cantan

por las cuerdas del arpa de Dios.

Llegas pulcra e inmaculada

en las regatas del sol,

tu la reina transfigurada

y yo arrodillado ante DIOS.

TU, MARIA ETERNA… MADRE DE DIOS.

Ahí esta el hombre,

desabrigado por las urbes.

Ahí yace,

desamparado a los harapos de la vida,

a las huellas sin retoño del jamás.

Con su barba que invade el abandono,

y sus manchas de piel

tan negras como azabache.

Ahí radica un niño del cielo,

echado a la niebla y la fogata

sobre los mantos que se dibujan fantasiosos.

Ahí el lema de lo invisible,

la ruptura del código

las faltas de la humanidad.

Ahí el mendigo por la ignorancia,

la indigencia de los gobiernos,

la flaqueza a la verdad.

Son las monedas mal gastadas,

persianas cerradas de miradas,

intereses sin piedad.

De pronto el amor, y cielo es un puente, caracol de albores

donde salen a jugar  las gaviotas de mis manos,

mi corazón es un cofre entre tendones, 

una estampa de miel de Dios entre mis ramos,

allí el océano, el confín,  el infinito,

mis poemas de madrigales, mis poemas de amores.

De pronto tú, cisne de gemas

arrecife de ojales y perlas,

de pronto tú, reina de estrellas y milagros.

De pronto yo, verbo y adjetivos,

ojos de dragones de viento que a tu alma enredan,

cuerpo de cárcel, cuando tu alma entregas,

cárcel de huesos mercenarios.

Así te amo, te amo milagro,

cuando la Tierra gira y giramos amando,

y te cosen los puntos a mi alma de leopardo

así te amo, te amo milagro

invadiendo las palabras y todo abecedario,

así te amo, al rosar la primavera entre los labios,

y brotar por esos átomos milagros.

Razón de los olimpos,

¿Cómo será, que alumbras con tus ojos de zafiros?

¡Oh ágata de mi corazón, centellas de flores fugaces!.

Madre, canto del pájaro de las guitarras

Violín del aire fresco, frescura del alba.

Tus manos infinitas de jaspe

Causan a mi alma el regocijo del amor,

Del amor de los gigantes.

El milagro y lo secreto, eso y aquello gime,

Arrulla en tus miradas cándidas.

En tus golondrinas canarias de palabras

el amor es uno solo, claro, nítido y auténtico,

y todo lo que persignas es arte,

todo arquitecto goza en tus versos del habla,

la torre, el castillo, el edén y las murallas

todo, todo es la madre.

¡Oh hígado, tendón y ligamento,

Conjuros de músculos del sentimiento!,

Cimiento eres,

Viga eres,

Sostén del mundo, cuando mi mundo muere.

Madre, con tu cordón de perlas me sostienes

Mientras yo buceo en tu vientre eterno,

¿Adonde iría la vida sin ti?

Se irán a las tierras de ninguna parte,

Tu poncho besos llega a los huesos,

Por esternón y clavículas va como relámpago,

Y sin encontrar salidas comparables

Enciendes suspiros y fogatas a mi corazón.

Cuando me comprimes a tu pecho

¡Ay gacela de bellas!

Puedo ser seguramente incomparable. 

Mi amor es un alazán galopando por la diana

Un florete con hombros sin fronteras

Un arrecife de corales, una diadema.

Un portón de luz para el ocaso

Una tinta desarmada aventurera

Un lugar insólito e insospechable

Un soplo, un suspiro en firmamento

Y unos ojos soleados y agradables.

Una oleada de hilos sin principios

De gotas infinitas sin finales

Mi amor se encuentra, tesoro en los trigales

Y otras veces por seguro en manzanales.

Me morderás un día como fruto prohibido

Y contagiado seré vampiro sin olvido.

Porque mi amor es de una sola mujer

Y si este poema muere

Yo juro a DIOS morirme con él.